En el año 2000,
el MEN publicó el texto La Escuela Nueva frente a los retos de la sociedad
contemporánea. Fundamentos de Pedagogía para la Escuela del Siglo XXI, escrito
por Rafael Flórez para la colección “Publicaciones para el Maestro”, en el cual
se mencionan algunos de los principios pedagógicos del modelo. A continuación,
se presentan:
a. La experiencia natural
Se refiere a la conveniencia de tener en
cuenta la naturaleza espontánea del niño y no oponerse a las necesidades,
intereses y talentos que se manifiestan y despliegan espontáneamente desde su
propia situación sociocultural, pero no como mero discurso o aceptación de su
experiencia vital como punto de partida, sino para enriquecerla, compartirla y
auto proyectarla de manera inteligente (Flórez, 2000: 36).
b. La actividad
El principio pedagógico de la actividad se
refiere a que los niños: Activen su mente, reflexionen sobre lo que hacen, movilicen
sus conceptos y su estructura mental respecto de cada tema, habilidad o
competencia definida en el currículo, de modo que las cosas o acciones
produzcan en su interior nuevo conocimiento, nuevo aprendizaje, nuevas
herramientas conceptuales para pensar la vida, nuevas formas de interacción. El
diálogo, la confrontación de opiniones y la coordinación interior de puntos de
vista diferentes va activando la mente hacia nuevos niveles de desarrollo y
saber; la planeación y ejecución discutida y concertada de acciones para
solucionar algún problema real logra también el mismo efecto… Es desde la
propia actividad consciente como el educando construye sus propias herramientas
conceptuales y morales, contribuyendo activamente a la construcción de sus
esquemas de coordinación y reelaboración interior (Flórez, 2000: 37).
c. El diseño del medio ambiente
De acuerdo con los planteamientos del
modelo, el ambiente que rodea a los alumnos debe prepararse, “diseñarse como
entorno de aprendizaje para influenciar su estructura cognitiva y valorativa en
la perspectiva de su formación”. Pero, según Flórez, en la escuela del futuro
el ambiente del aprendizaje no lo va a diseñar el maestro para influenciar la
mente y conducta del alumno, sino que será el mismo alumno quien, aprovechando
tecnologías como Internet, tendrá abiertas tantas posibilidades de aprender y
profundizar en lo que más le interese, es decir, que de algún modo terminará
diseñan - do el entorno para diseñarse a sí mismo (Flórez, 2000: 36).
d. Individualización
Este principio pedagógico se basa en el
concepto de que quien aprende es el individuo y no el promedio del grupo; es
decir, el aprendizaje se produce al interior de cada sujeto con nombre pro -
pio y características individuales. El maestro debe estar atento a las
inquietudes, actitudes y puntos de vista de los niños sobre cada tema de la
enseñanza y tomar esto como punto de partida para su trabajo personalizado en
medio del grupo. En este sentido, la Escuela Nueva tiene una ventaja sobre la
escuela ordinaria, pues el trabajo en grupos pequeños permite que cada alumno
trabaje por cuenta propia según su ritmo, sus intereses y las rutas que va
diseñando para auto procesarse ante cada reto educativo que asume. Cada auto
diseño es individual en la medida en que cada alumno entiende su proyecto o
problema de manera diferente, lo aborda y busca su solución por caminos
diferentes, y los encuentros colectivos no anulan los retos individuales,
aunque haya aproximaciones y acuerdos en los diálogos y sesiones de grupo
precedidos por el maestro (Flórez, 2000: 38).
e. El desarrollo progresivo
El desarrollo del sujeto hacia su mayoría
de edad se da mediante un proceso constructivo interior, progresivo y
diferenciado que debe ser respetado en la actividad educativa. Para incrementar
este proceso, el maestro necesita identificar y proponer niveles y esquemas superiores
de procesamiento de los datos que el alumno será capaz de enfrentar antes de
caer en la monotonía, en la repetición y en el desinterés. El avance, la
motivación, el esfuerzo y la dedicación lo genera el buen maestro con las
nuevas preguntas, retos y desafíos que propone. La asunción de los retos genera
las oportunidades de progreso de los alumnos (Flórez, 2000: 37).
f. El antiautoritarismo y el gobierno
El ser humano no se forma pasivamente,
obedeciendo a la autoridad de los padres o profesores, o en clase copiando lo
que el maestro le dicta o escribe en el tablero. El desarrollo de su
inteligencia y de su autonomía desde su propia actividad abarca también su participación
y deliberante en la definición de reglas de juego y de convivencia de la comunidad
escolar a través de experiencias de cogobierno y cogestión… La fatuidad del
maestro sabelotodo en que fundaba su autoridad se derrumba y ahora su
prestancia tiene que ganársela todos los días exhibiendo mayores aptitudes de
aprendiz flexible, cooperador y previsivo de nuevas posibilidades y retos de
aprendizajes desconocidos que alcanza a prever, gracias a su formación previa
en los procesos cognitivos superiores y a su experiencia para representar
anticipadamente lo que no sabe sobre algún asunto o problema, pues en la
habilidad para representarse lo que sabe está en igualdad de condiciones que
los alumnos… por eso la cogestión y cogobierno en la escuela de alumnos y
profesores no es una decisión política, sino una opción pedagógica natural entre
las personas que se encuentran con las mismas oportunidades de acceso a los
conocimientos y a la información, base real para la toma de decisiones y la
democracia en la vida de la escuela y de la sociedad (Flórez, 2000: 39).
g. La actividad grupal
Se ha comprobado que el desarrollo de
proyectos y actividades en grupos pequeños favorece la socialización y el
desarrollo intelectual y moral de los niños en la medida en que “la
interacción, la comunicación y el diálogo entre puntos de vista diferentes
propician el avance hacia etapas superiores de desarrollo. En los pequeños
grupos los derechos y las responsabilidades de los alumnos son más apremiantes.
Este principio pedagógico que reconoce en el trabajo en grupo un potenciador
eficaz de la socialización personal y del desarrollo intelectual de los
alumnos, cifraba en los grupos de clase convencionales esta posibilidad de
diálogo que solo se lograba en la realidad cuando las clases terminaban, pues
la clase era para el maestro. Ahora los recursos telemáticos permiten que cada
alumno dialogue continuamente no solo con sus compañeros de clase sino con
quien quiere en todo el mundo, pues su mundo como aldea contemporánea se vuelve
global, los muros de la escuela se derrumban ante la penetrante Internet”
(Flórez, 2000: 39).
h. La actividad lúdica
Como lo menciona Flórez, los jóvenes
aprenden y se forman mejor cuando producen por medio de una actividad lúdica,
con sentimiento, creatividad y alegría. “El juego es una actividad clave para
la formación del género humano en relación con los demás, con la naturaleza y
consigo mismo en la medida en que le propicia un equilibrio estético y moral
entre su interioridad y el medio con el que interactúa” (Flórez, 2000: 39). Las
nuevas cartillas tienen en cuenta este principio, vinculándolo a las
actividades que deben desarrollar los niños en las diferentes áreas.
i. El afecto
El afecto dentro de esta perspectiva no es
entendido como una emoción, sino como algo que va más allá. Es considerado una
forma de interacción social de carácter primordial, sin la cual resultan muy
difíciles los procesos de formación. El afecto es el principio articulador de
la razón y las emociones, lo que puede ser manifestado a través de la buena
disposición, la motivación y el interés. Por esto, es muy importante que dentro
y fuera del aula todas las relaciones, entre estudiantes, docentes y
directivos, se den de manera afectuosa. Así es más fácil garantizar que los
procesos cognitivos se desarrollen de una manera más eficiente y efectiva.
j. El buen maestro
El docente en Escuela Nueva cumple un
papel vital para el óptimo funcionamiento del modelo y debe estar en capacidad
de asumir con flexibilidad diferentes situaciones que se puedan presentar tanto
dentro como fuera del aula. Así mismo, su principal labor es el desarrollo
integral tanto cognitivo, como afectivo y social de sus estudiantes. Debe
actuar como un mediador del proceso de aprendizaje y facilitar las relaciones
activas no solo con los alumnos, sino también con los padres de familia y el
resto de la comunidad. Como parte del trabajo dentro del aula el docente debe
estar en capacidad de atender aulas con múltiples grados, lo que resulta
posible gracias a las herramientas brindadas por el modelo. Igualmente, debe
mantener una relación activa y productiva con los organismos que integran a la
comunidad educativa, como el Gobierno Estudiantil y los Proyectos Pedagógicos
Productivos.
k.
Adaptabilidad
El concepto de adaptabilidad en Escuela
Nueva es parte de la estructura misma de la metodología, siendo incluso
anterior al modelo como tal. Los modelos flexibles se caracterizan por su
capacidad de adaptarse a su entorno y a las condiciones específicas de la
población que atienden. Están diseñados para cambiar y ofrecer las mejores
posibilidades de acuerdo con su contexto. Si bien las guías de Escuela Nueva
son un referente importante de trabajo, debe quedar claro que no son la única
manera y que su contenido puede ser adaptado, si se considera necesario. El
currículo de las instituciones está definido de manera concreta en el PEI y las
guías de Escuela Nueva son una herramienta para cumplir ese PEI, están
diseñadas para enriquecer la experiencia educativa, pero no son una camisa de
fuerza a la que se deban ceñir todos los procesos pedagógicos.
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